Como fotógrafo de bodas en Valencia, he tenido la suerte de vivir y capturar muchas historias, pero esta boda fue realmente especial. La ceremonia se celebró en la Basílica de San Vicente, una iglesia preciosa y muy amplia, con una luz espectacular y una arquitectura que impresiona nada más entrar. Fue el escenario perfecto para que los novios se dieran el «sí, quiero». Después, el banquete tuvo lugar en el Huerto de San Vicente, un espacio con muchísimo encanto. El cóctel se sirvió al aire libre, rodeado de jardines preciosos donde los invitados pudieron disfrutar y relajarse. Fue un momento ideal para hacer fotos naturales, llenas de emoción y alegría. La cena se celebró dentro del salón, elegante y acogedor, donde no faltaron las risas, los brindis y los momentos íntimos entre familiares y amigos. Y por si fuera poco, uno de los grandes protagonistas del día, además de los novios, fue una increíble colección de coches deportivos que no dejó a nadie indiferente. Sin duda, un detalle que dio un toque muy especial al reportaje. Fue una boda llena de detalles bonitos y momentos únicos, de esas que como fotógrafo de bodas en Valencia, te encanta recordar y contar con imágenes.