Como fotógrafo de bodas en Valencia, hay lugares que dejan huella, y Molino Galán es sin duda uno de ellos. Situado a los pies del río Magre y rodeado por un bosque frondoso, este espacio natural fue el escenario perfecto para una boda llena de emoción y belleza.
El día amaneció con la amenaza de una fuerte tormenta, pero el destino quiso regalar a los novios una tregua: la lluvia respetó la ceremonia, que pudo celebrarse al aire libre, entre la naturaleza y una cuidada decoración creada por El Racó Encantat y Dgarden.
La novia, radiante con su vestido de Sedka Novias, y el novio, elegante con traje de Protocolo, protagonizaron una jornada llena de momentos únicos. El maquillaje, a cargo de Loli Palmero, completó un look natural y sofisticado, perfecto para la ocasión.
Todo el día transcurrió en el propio Molino Galán, desde los preparativos hasta la fiesta, lo que permitió capturar cada instante con la esencia y la calma que un entorno así ofrece.
Una boda mágica, entre naturaleza y emociones, que demuestra que incluso bajo un cielo amenazante pueden brillar los días más felices.