Los preparativos comenzaron en la suite presidencial del Hotel Meliá, con unas vistas espectaculares de toda Valencia. La ceremonia y el convite se celebraron en la encantadora Masía Xamandreu, un espacio con jardines, una pequeña ermita y rincones llenos de encanto. El cóctel y la cena se disfrutaron al aire libre, bajo una iluminación cálida que hizo cada instante aún más especial. Una boda repleta de emociones, risas y una fiesta inolvidable que refleja a la perfección la esencia de los grandes días.