Tuve la suerte de acompañar a Mónica y Pascual en un día que, sin duda, quedará grabado en la memoria de todos los que lo vivimos. Eligieron celebrar su boda en la Masía San Antonio de Poyo, en Ribarroja, un lugar con muchísimo encanto y rodeado de naturaleza.
La ceremonia civil se celebró bajo un majestuoso árbol, justo a las puertas de la masía. Un entorno mágico que aportó una atmósfera íntima y muy emotiva al momento del “sí, quiero”.
Después, el cóctel se sirvió en la zona ajardinada, un espacio perfecto para disfrutar del aire libre y brindar con los suyos en un ambiente relajado y elegante. Ya entrada la tarde, la celebración continuó con la cena en el interior del salón principal, cálido y acogedor, donde se vivieron momentos muy especiales.
Junto a mi equipo, tuve el placer de documentar cada instante de este gran día: desde los preparativos hasta la última canción. Fue una boda llena de amor, alegría y miradas cómplices. Sin duda, un reportaje que recordaré con mucho cariño.
— Tomás Hueso, fotógrafo de bodas